EL CHOCOLATES TRAPA ENCUENTRA LA FÓRMULA DEL ÉXITO
El Chocolates Trapa Palencia metió en la probeta los ingredientes; un pabellón nuevo, un equipo con la moral renovada y una afición que estuvo a la altura dando como resultado la fórmula del éxito.
Desde primera hora los aficionados iban poblando las gradas del Pabellón Municipal de Deportes que se llenó hasta la bandera. Un ambientazo inmejorable para recibir al Chocolates Trapa Palencia en la que es ya su nueva casa.
La primera canasta en el nuevo feudo palentino fue el único triple de Levitec en el primer cuarto, anotado por Sans. Acto seguido, Miso le respondía con dos triples consecutivos, que ya auguraba lo que esperaba a los espectadores locales. A partir de aquí, el Chocolates Trapa Palencia marcaba la primera distancia del encuentro, quería solventar el partido por la vía rápida, y así fue. Los morados se instalaron en una ventaja cómoda desde el primer cuarto y todos los jugadores se unían a la fiesta. Incluso el capitán Urko Otegui, renqueante durante toda la semana, anotó una canasta para ser partícipe del vendaval palentino. Fue la única canasta de Otegui, que el resto del partido, animó a su equipo desde el banquillo.
En el segundo cuarto todos los jugadores del equipo local aportaban en ataque y se sacrificaban en defensa. Por su parte, Van Wijk estaba siendo lo mejor de un Levitec Huesca que no encontraba el punto débil del Chocolates Trapa Palencia. En este cuarto, se vieron los mejores minutos del murciano Carlos Toledo, que mostró su polivalencia jugando como 4. El partido se iba 42-32 al descanso.
La segunda mitad fue más de lo mismo. Los oscenses no fueron capaces de acercarse en ningún momento en el marcador. Por otro lado, los palentinos seguían realizando un buen partido, y ninguno de sus jugadores quiso quedarse sin anotar. Con la canasta de Pressley en los últimos minutos, ningún jugador dejó su casillero a 0.
El Chocolates Trapa Palencia mejoró su rebote, tanto defensivo como ofensivo, en un buen partido de Ruffin y Cvetinovic. 46 rebotes palentinos por 31 oscenses. Un partido que deja buen sabor de boca a la afición palentina, que estaba deseosa de volver a la que es su casa. Ahora toca reponer fuerzas de cara al duro encuentro de la próxima semana frente a Cafés Candelas Breogan.
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